viernes, 13 de mayo de 2011

Split. Seguimos hacia adelante

Antes de nada, comentar que me han retirado una entrada del blog. La del dia 11 de Mayo. La que no tenía fotos. Es por errores técnicos en la página. Espero que la repongan pronto, porque no la tengo guardada. Ayer no pude colgar nada por los mismo errores técnicos. Ayer parece ser que no fue un buen día para nadie... Así que hoy ración doble

 Ayer, el día no empezó de la mejor manera, pero con la cabeza alta y nuevos propósitos tiré hacia adelante. Marjan es un monte que tiene Split justo al lado. En unos 20 minutos te encuentras con una perspetiva de Split que parece dada desde un helicóptero. No sin esfuerzo tras unas cuantas decenas de escalones se ve la ciudad desde lo alto. Un parque solitario que alberga algún que otro ciclista y algún que otro corredor fondón haciendo méritos por bajar esa tripita.

Un letrero informa de todo lo que hay por ver, pero si no llega a ser porque tengo un "magnífico mapa", no llego al fin del asunto. El caso es que en este monte tiene historia de partisanos a sus espaldas. Sitio de refugio, y también sitio de culto religioso ya que al otro lado de la colina, se encuentran un par de capillas esculpidas en la ladera. Sitio de culto también para escaladores, a los que he vi tantear el terreno y ascender y descender una pared que, con mi nivel de escalador, me parece complicada de pelotas.

Me dejé llevar a la bajada, y tras algún que otro mal llevado camino, desemboqué otra vez en el punto de partida. El hambre acechaba y tuve que tirar de "croatian fast food". "Cevapicici" fue la comida que tocó, o que más clara y bien explicada vie en el menú. Una corpulenta señora me ofreció una especie de kebab con bolitas de carne croata que, con todos sus alicientes - pepinillo, remolacha, lechuga y demás varidades vegetales pero sin ketchup -, le daban un tono a hamburguesa hecha con filetes rusos de mi mama :D.

El cansacio llamó a mi puerta y me he tenido que ir a meditar y leer un poquito en el Hostel. Mis colegas los croatas-universitarios-locos que viven en el Hostel siguen igual de pirados. Me he decidí por bajar a dar una vuelta y me topé con una playa con bandera azul (en Europa significa que está guay). La única con arena, y no rocas, de la zona. Allí me tumbé a leer, en medio de un intento de paseo marítimo para una playa de 300 metros. Estando tumbado, un niño (croata) de estos que no paran de rajar, de unos ocho años, se me ha puesto a contar cositas. Le he sonreido y me ha seguido contando cositas. Son secretos inconfesables que ahora no puedo desvelar. Si me siento preparado lo haré más adelante. La madre le debió decir, en croata, claramente: "deja de molestar al chaval, que está leyendo a gusto". Yo miré a la madre y me reí. Ella también. La sonrisa croata la tengo más que pillada.

De vuelta al Hostel y me salí a la terraza a meditar un ratito con un pitillito en la mano. Se me unió una chica australiana. Llegó ayer. Es una trotamundos de flipar. Ha estado es todos lados y en más que va a estar. Pero no ha hecho el Transiberiano. Bohua 1 punto - Chica australiana 0 puntos. Se llama Sara(h). Nos dimos una vuelta por el Split nocturno que el dia anterior no caté. Está todo medio muerto, menos lo turísticamente aborrecible. Unas latillas de cerveza y sentados en una placita, estaba como en casa. Una placita que era como propiedad privada de un garito con música en directo en el que los que amenizaban las guitarra y el bajo no podían olvidar "tengo la camisa negra", de Juanes. Cuál mi sorpresa! Sara(h) me ha propuesto que le tradujese la canción. Cómo no, me la sabía. Valdeavellano, cuánto me has enseñado!!!

Split es bastante bonito de noche. La ciudad de veraneo del emperador romano Diocleciano tiene su aquel. Todo el centro era el palacio del menda este. Y vaya palacio debía tener!! Donde ahora reinan Zara, Calzedonia y demás cositas que no hacen juego con los mármoles del suelo y los arcos y serpenteantes calles del siglo IV.

Ayer no puede colgar todo esto, porque el blog está un poco malito. Así que añado que mientras dormíamos un yankee, el australiano solitario y yo en la habitación, nos ha sorprendido una horda de españoles. Cómo se nota!!! A las tres de la mañana han entrado de nuevas con maletas, pamela, sombreritos, bolsitas... y susurros de estos que no son susurros, que simplemente es hablar fuerte pero como resoplando. Algo característico de los españoles, me temo. Pero al final todo llegó a tener su silencio de rigor. Hasta que "Javi, David, Ali! Queréis usar internet o estáis dormidos??? Tengo la BlackBerry encendida!!!". Que perraca la tía de la pamela. La tengo calada. Como me la encuentre cerca del puerto la tiro al mar. He comentado la jugada con el yankee y se ha reído cuando le he dicho "Spanish way or life". No se si sabe que yo soy de esa "way of life" también. Así que que no se ría tanto el cowboy este, eehhh!!

Familia, desde lejos, os quiero hoy más que nunca!


Vista desde Marjan

St. Jeve

Su religión es la escalada

Es que las nubes eran muy bonitas. Me repito

La torre del templo de Diocleciano


1 comentario:

  1. al final voy a tener que publicar algo..... joder, que bien detallas todos tus experiencias.... Eres un GRANDE!!!.

    sigue asi. Mucha fuerza!!!

    Te quiere tu tio Fer.

    ResponderEliminar