viernes, 13 de mayo de 2011

Split II. La venganza

Pues aquí sigo hoy, en la misma ciudad. En vez de tirar al monte como la cabra, hoy he tirado a la ciudad. El centro tiene bastante telita, la verdad. Lo que comentaba de Calzedonia y demás se mezcla con la posibilidad de tomarte un café en El Palacio de la Puerta Dorada. Una parte del palacio del Diocleciano este en cuestión. El Palacio de la Puerta Dorada no se puede visitar por dentro, pero te puedes tomar un cafetillo para desayunar donde estaba antes el palacio, como bien detallan en la puerta. No vaya a ser que te crea que el notas este tenía un Starbucks.

Me he dejado perder un poco por el centro y he llegado a la parte subterránea del Palacio en su totalidad. La parte central de ese subterráneo está llena de puestecillos para comprar menudencias varias. Entre las que se incluye en el lote un Don Quijote de hojalata. Tócate un pie! Tras dar una vueltecilla y deducir que en esta ciudad de mar en vez de gaviotas hay palomas y gatos, he decidido entrar a la parte subterránea de verdad. Es increible oda la estructura que recorres, y que está debajo de las plazas que antes has recorrido andando por la calle. Toda la humedad se palpa, y descubro que en una de las salas más grandes tenían una prensa y fábrica de aceite. A parte del Palacio que tenía, no veas tú como debía producir, porque la sala era grande de narices.

Cuando he salido del subsuelo, he decidido contraponerme a lo hecho, y me he ido a la Torre. A lo mas alto. Antes de subir he visto la base, con sus inscripciones. Me he agachado a ver una de ellas, y unos que venían a mi lado se han agachado conmigo para leer, pero estaba en latín. Así que me he quedado agachado diciendo "Voy a hacer que lo entiendo". Y le he hecho una foto. Después de hacer el paripé he tirado para arriba. Qué cosa más estrecha de subida! Pero solo el primer tramo. Luego lo mejor de todo es que la torre tiene arcos en todo su cuerpo, por lo que mientras vas subiendo vas viendo la ciudad cada vez más pequeñita. A media altura encuentro las campanas y me asusto. Son las doce menos cinco. ¿Y si suenan? Me quedo sordo pa toda la puta vida. Pero no. Deben estar ahí de adorno, porque cuando he llegado arriba, y he estado 20 minutos, no han sonado en ningún momento. Pero creedme, acojonan. Isa: Tu enanito ha salido al mundo en Split. Ha salido de la mochila.

Esta tarde no he hecho nada. He ido a ir terminándome "Suite Francesa". No está mal, mamá, después de 5 meses. Ahora le he cogido ritmo. Aquí y ahora tengo tiempo para todo. Para pensar y leer sobre todo. Y andar como nunca. He pasado del coche a las chanclas. Me recuerda a que hay coches que son madreñas.

Ahora he llegado ya al Hostel. La luna ya me acompañaba mientras venía, aunque era de día. La australiana sigue por aquí. Una neozelandesa también. Y los locos-estudiantes-croatas me van a invitar a vino. Hoy salen. Uno de los croatas no para de hacer el ruido del burro de Shrek cuando van en el carro dirección Far Far Away y me está matando. Hay una táa que se le ha debido acabar el agua caliente en el baño. He oído un "me cago en la puta!!!" bastante contundente. Se lo he enseñado a mis contertulios y no lo dejan de repetir. Mola enseñar idiomas. Yo no creo que salga. Mañana quiero ir a un par de pueblos de la lado, pero si me los pierdo tampoco es una tragedia. Ya veremos. Y esto se ha petado de españoles!!! Todo erasmuses de Italia! Me dispongo a clausurar el blog por hoy. Adio!!!

Mucho cariño para quien lo necesita en este momento. OS QUIERO!!!

Gato cazando mosca

Souvenirs de Diocleciano

Diocleciano

A contraluz

Upstairs to heaven

He hecho méritos para subir. Y abajo las campanas

Tu enanito

De vuelta a casa
 

2 comentarios:

  1. Te leo y me siento orgulloso de ti. No lo haces nada mal. Es como viajar contigo. Hasta el próximo post.

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  2. Hola primo, soy Esther, me das mucha envidia por tus vivencias, tu atrevimiento, y por el apoyo de tu familia. Muchos besos, te seguiré habitualmente. Cuídate mucho.

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