viernes, 25 de mayo de 2012

Srinagar: La ciudad del Lago Dal en familia


La llegada a trompicones a este lugar no ha dejado que me amedrente. Con la mente puesta más fuera que dentro de esta ciudad, la disfruto, puesto que tiene sus particularidades destacadas en cada esquina. Tiene ese espíritu de pueblo en un cuerpo de ciudad de más de un millón de habitantes. Pero, algo que tienen en común todas las ciudades de mediano tamaño en India, si la diseccionas en sus pequeños barrios y no en su total magnitud obtendrás ese tacto rural que nunca deja de estar ahí.

Me di un poco de bruces con el lugar en el que me alojo. Jhon GH es un lugar familiar, en el que solamente tienen cuatro habitaciones. Algo que he aprendido aquí en India es que no tienes que dejarte guiar por el primero que te dé algo. Ya sea agua, comida, una cama, un jersey o una trompeta. Por mucho que quieras un sitio donde quedarte a dormir, chequéalo tú mismo, y no dejes que nadie te guíe hasta él. Las comisiones son las comisiones, y la gente hará lo que sea para obtenerlas. Después de doce horas de viaje desde Jammu, la cosa cambia bastante. Llegas vulnerable y cansado. Tus reflejos están por el suelo, y de repente te encuentras bajo la lluvia siguiendo a un tipo que te ha ofrecido alojamiento y que a cada paso que da va bajando el precio. Ese tipo cubre una parte del trayecto. Luego te presenta a su padre, que cubre la otra mitad del trayecto hasta la guesthouse. Le has ofrecido tu máximo precio, y ha dicho que es algo posible. “Everything is possible in India. Everything is possible in Srinagar”. Cansado llegas a la guesthouse, donde otro hombre diferente te enseña la habitación. Son las siete de la tarde y tu cuerpo se cae a cachos. No has dedicado ni un momento a pasar tu vista por la ciudad en la que te encuentras. Solamente quieres una camita. La tienes, pero te das cuenta de que no has pactado el precio con el que te ha enseñado la habitación, que debe ser realmente el que maneja el meollo. Bien, aquí puede empezar tu problema. Mi historia acabó bien.

Al día siguiente, después de desayunar, todo queda claro. Babli , una de las hijas de la familia, me aclaró que el día anterior había hablado con su primo. Pero no sé cual de los tres era su primo, o si los tres eran primos. No sé si el que me pilló desprevenido al bajarme del jeep, su padre, o el que me enseñó la habitación era su primo. Ahora creo que ya lo sé. Me preguntó que si había acordado un precio, y le dije que sí. Me dice que el precio es un poco bajo pero que vale. Yo, como de bueno soy tonto, y de tonto a veces soy gilipollicas, le pregunto que cual es el precio normal. Yo he acordado 250rupias, pero ella me dice que si puedo pagar 300 está mejor. Claro que está mejor para ella y, pensándolo bien, para mí no supone mucho esfuerzo. Además, la comida está incluida. O eso me ha parecido entender. Si al final deciden cobrarme por la comida hablaré otra vez con ellos, pero aun así el precio es razonable, salvo que me den una clavada desorbitada por la comida.

Aquí en India uno aprende una cosa muy mala, y es a desconfiar de todo el mundo. Cuando digo todo el mundo, es TODO EL MUNDO. Uno se remite a las experiencias y es algo normal. En cualquier momento de no estar atento te pueden joder con precios, horarios o direcciones. Es común que te digan que no vas a encontrar nada más barato en la ciudad, o en la zona, o que lo demás está muy lejos de donde estás. Todo para que te quedes en su casa, para que cojas un ricksaw o lo que sea. Aquí la verdad es que me he encontrado con esta familia que, después de todo el mareo del principio y de no tener las cosas muy claras, me está tratando como a un rey. La verdad es que soy el único en casa, así que Mama y Papa me miman. Digo Mama y Papa porque no me sé sus nombres. De hecho yo les llamo Mama y Papa.

Papa es un barquero. Navega con sus “shikara” en el Lago Dal paseando a turistas. La tarifa es de 300rupias la hora. Algo así como 5€. No es caro pero, como siempre, viajar solo tiene sus desventajas. Y es que tienes que patearte la zona buscando a alguien con quien compartir gastos para este tipo de cosas, como paseítos en barca. Las “shikaras” están por todo canal, y ahora mismo la ciudad está llena de turistas. Sobre todo de turistas indios. La verdad es que me he encontrado con cinco o seis occidentales, y como estoy un poco en una temporada de estar a mi royo, pues no he hecho mucho contacto. Hay rachas. Pero la familia me da el contacto. Papa a sus barcos, y Mama a darme de comer y de beber, y a hablarme en kashmiri, de lo que ya me voy empapando de algo gracias a las traducciones de Babli y su hermana, de la que nunca me aprenderé el nombre. Hace ya tiempo que he visto que tengo bastante poco talento para los idiomas, aunque aun así lo intento, se me olvida a los cinco minutos, me preguntan, se me olvida otra vez, nos reímos y vuelta a empezar. Voy a utilizar este capítulo para recordar un poco, y así daros unas nociones de kashmiri. “Abu” y “ami” es “Padre” y “madre”, pero familiarmente son Papa y Mama; “chacha” y “chachi” (con un “ch” entre “ll” y “ch”) son “tío” y “tía”; “dadda” y “daddi” es “abuelo” y “abuela”; “assel” es “bien”, o “bueno” (viene muy “assel” para todo. Para comida. Para dormir. Para todo); “bagal” o “badal”, no recuerdo bien, significa “loco”; “sogún” significa “dormir”; “vari” es como “very” en inglés, y significa “muy”. Con todo esto en la cabeza, haciendo esfuerzos sobrehumanos para retenerlo en la memoria, hago combinaciones con las que nos reímos bastante, como “vari assel sogún”. Suena a kashmiri macarrónico, pero es mi segundo día aquí. Bastante que me acuerdo de todo lo que estoy escribiendo de memorieta, sin haberlo escrito en ningún lado. “vari assel sogún” sería “muy bien dormir”. “battar” significa “arroz”, y con eso vamos a todos lados. “chai” sigue siendo té”. Con todo esto y algo más que no recuerdo vamos teniendo buenos ratos de aprendizaje y cachondeo. Ah, “ratas” es “mes”, que no viene a cuento, pero también me lo he aprendido, porque estaban hablando y diciendo “ratas” todo el rato. Lo he preguntado, y ya se me ha quedado. Tengo que empezar con los números cuando pueda. Eso ya te da prestigio en la calle. Kashmir es provincia musulmana, por lo que el “sala malekum”, “malekum salam” van de la mano y a todos lados.

Tema Kashmir: la situación está muy tranquila, aunque el ambiente policial en la calle no lo refleje. Al preguntarle a Babli que qué tal estaba el tema, me dijo que ahora estaba muy tranquilo desde hace un tiempo. Pero yo me preguntaba y le pregunté que por qué seguían los militares en la calle, con los puestos de control y todo puesto. Ella me dijo que no, que esa es la policía regular de J&K (Jammu y Kashmir(. Que los militares nacionales se fueron hace unos meses. la policia que hay en la calle ahora es lo normal. No me quiero imaginar como debe ser la zona en estado de alerta, porque con solamente policías esto parece que va a reventar por algún lado, y con todo el despliegue que vi de camino para acá, ya no te quiero ni contar. Kashmir es un territorio al norte de India que tiene una mayoría aplastante de comunidad musulmana. Srinagar tiene una concentración de mezquitas bastante alta, y en mis paseos por la zona no he visto ningún templo budista, hindú, o nada parecido. Solamente una gudwara sikh. El conflicto viene dado por la disputa entre Pakistán e India por el territorio de Kashmir. Después de la II Guerra Mundial, cuando las colonias dejaron de ser colonias como tal y Pakistán e India fueron reconocidos como países legítimos internacionalmente, nadie supo dónde poner la frontera entre ambos, y como fue la ONU la que decidió, pues ale, a pintar líneas como nos apetezca. Los pakistaníes descontentos, los indios también, y así empezó el conflicto. Entró la ONU de nuevo para pintar de nuevo una “línea de control” entre los dos países, y que corta Kashmir en dos, pero que ninguno de los dos países reconoce como legítima. La zona de Kashmir que pertenece a Pakistán hoy en día se denomina por los kashmiris como el Kashmir libre, mientras que la zona que está en territorio indio es conflictiva. Pakistán asegura que India no está dando la oportunidad a los kashmiris para su determinación, e India asegura que Pakistán debería dar la parte de Kashmir que tiene a India. Con esto y con todo, a lo largo de los años, como es normal, los kashmiris también han saltado al terreno de combate, cansados de ver como se deciden su futuro entre Pakistán en India, habiendo grupos de independentistas kashmiris. Más o menos eso es un resumen fideligno.

En casa estaba enseñando el mapa de mundo a estas chicas para enseñarles dónde he estado, dónde está España. Enseñándoles dónde están los países que conocen… Porque la gente conoce España por la cantidad de turistas que vienen por aquí, pero de geografía ni papa. Tampoco la necesitan, en realidad. Con el mapa delante todos saben dónde está India. El mapa tiene una lista con nombres de países y banderas, y Babli me ha señalado la bandera de Pakistán y me ha dicho “esta es nuestra bandera”. Ahí se me han asentado un poco las cosas. En un estado musulmán como es Kashmir, en el que la policía no permite a las mujeres caminar juntos a los hombres por la calle, según me ha dicho Babli, además de otras normas y leyes propias, ya me he figurado como tiene que estar el tema político de asentado en las cabezas de los habitantes. Es cierto que no he visto ninguna bandera de India por ningún lado. Todos los autobuses y taxis rezan a “Allah” con pegatinas y con sus lunas y estrellas musulmanas. Y un detalle que me ha llamado la atención es que en el resto de India la gente me preguntaba si era mi primera vez en India. Aquí solamente me preguntan si es mi primera vez en Kashmir.

Mi familia, porque ya he decidido apropiarme de ella, me cuida, como decía antes, y estoy a cuerpo de rey. Estoy en el piso de arriba, donde tienen las habitaciones para huéspedes. Abajo viven ellos. Hay una cocina-salón-comedor-habitacióndePapayMama todo junto que se está convirtiendo en punto de encuentro cada vez que no tengo nada que hacer. Aunque sea me siento ahí viendo a Mama hacer sus cosas. Pelando, cortando o comiendo. Porque Mama tiene eso, que come como una descosida. Come y te hace comer. He llegado a la conclusión de que las Mamas y las “daddis” (abuelas) son iguales a lo largo y ancho del mundo. Ya te puedes ir a Kashmir, que siempre te van a poner un puñadito más, o te van a pasar el último cacho de melón. Por cierto, aquí nada de nada de “por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata”. Aquí nos apretamos un melón pequeño cada noche antes de dormir y se duerme a gusto. Es cierto que me voy petado a la cama, pero es porque mama, en cuanto me despisto ya está con el “buttar” (arroz) a canto. El primer día me preguntaron si estaba bien comiendo con las manos. Yo no tengo mayor problema, y si no aprendo, porque en realidad no es algo que sea tan fácil. Te comes las patatas fritas con la mano y bien, que es a lo que estamos acostumbrados, pero para comer arroz… ahí la cosa cambia, amigo. Una patata frita, un cacho de fruta, lo arrojas al pozo, masticas y fuera, pero a ver como arrojas un puñadito de arroz dentro de pozo sin que salga disparado en diferentes trayectorias. Haced la prueba en casa. Pero tenéis que hacer la prueba con arroz cocido y algo añadido. El arroz cocido es el paso número uno, y está bien porque lo hace una pelotilla apretándolo con la mano y para adrentro. Pero amigo, cuando ahí en el arroz hay patatas, guisantes, zanahoria, caldito, salsita, yogur, tallos de flor de loto (riquísimos) y demás exquisiteces, me cuentas tú a ver como lo haces para que eso acabe en tu boca. Bueno, pues vas observando al personal y vas adaptando tu propio método. Después de un estudio riguroso sobre cuatro o cinco sujetos locales (véase “la familia”) he visto que el método “cuatro-cuchara, uno-empuje” funciona. Habiendo puesto ese nombre al método, lo explico. Los cuatro dedos, dejando el pulgar aparte, se ponen en posición de cuchara o semicuchara, cogiendo lo que se vaya a comer con ayuda del pulgar. Los cuatro dedos sin fisuras entre ellos entrarán en tu boca en mayor o menor medida, dependiendo de las dimensiones de la misma o de la cantidad de arroz que se te haya ocurrido poner ahí. El pulgar, que antes ayudo a coger el alimento, ahora ayuda a empujar la comida hacia el pozo, mientras tu mano está colocada haciendo que las yemas de los cuatro dedos miren hacia arriba y entren en tu boca con una nave nodriza con alimento. Después de unos cuantos intentos, unas cuantas comidas, ya empiezo a aprender cuanta comida hay que poner, sin pasarme, y cuanta salsa por cada cacho de arroz. Porque como te pases, la has liado. Mucho caldo y poco para empaparlo, y eso es imposible de comer con las manos. Le tienes que pedir a Mama más arroz, y eso llena el buche que no veas. Porque otra cosa no, pero comer aquí en Srinagar, como un cerdaco me estoy poniendo. Mañana creo que me voy a tirar todo el día paseando, porque noto que se me hincha la barriga.

En el último día en Srinagar, llueve de lo lindo desde las cuatro de la tarde, así que he decidido resguardarme en la habitación, acompañado de mi libro y mi catarro. Nada más allá de unas toses y unos mocos un poco rebeldes. Mañana, tras días de meditación, consejos y planificación, parto hacia Naranag. Me ausento de internet por un tiempo, puesto que desde allí seguramente vaya a Kargil (y alrededores), donde no creo que haya mucho internet tampoco.


Asi se ve el canal desde Dal Gate, que es la esclusa que permite que el lago no inunde la ciudad - Srinagar 

Volviendo del mercado



Mercado de verduras (flotante, el mercado, no la verduras)









Papa

El que lleva el desayuno al mercado

Un te calentito nos hubiera venido muy bien si hubiera estado abierto





Jami Masjid - Srinagar

Mezquitas por toda la ciudad - Srinagar




"Y en esta programo La Sexta... y ya puedo ver todos los canales a la vez!"

"El mister ha dicho que subamos todas al corner!"

Aguilas en Srinagar, sobrevolando la ciudad

2 comentarios:

  1. Interesante post etnográfico-político-socio-gastronómico. Y, como siempre, buenas fotos.

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  2. Impresionantes fotos

    Lo escrito lo juzgaré cuando consiga ponerme al dia en cuanto a lectura..... (escribes más rápido de lo que yo y mis circunstancias puedo leer....jajajaja)

    Sigue Adelante. GRANDE!!!!

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