Sobre el Reichstag (Berlín Ene-2008) |
Y nos despidió con un atardecer desde el Reichstag. Una tarde tan fría como en la bienvenida nos agitaba la mano aquella ciudad de la que algunos se enamoran y no vuelven. Aquella urbe en la que gente se pierde, encontrándose a la vez la forma de vivir que tanto anhelaban. Una nueva forma de vida en la ciudad que un día vio con ojos cristalinos tanta muerte. Pero ahora vuelvo a estar cerca de allí de nuevo. Me queda muy poquito.
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